miércoles, 17 de noviembre de 2010

Las estrategías básicas de la educación familiar


Educar es algo complejo y creativo que comprende un conjunto de estrategias educativas que van desde el diálogo a la firmeza, desde la norma a la alabanza. Es peligroso ser simplista y decir yo educaré con el diálogo, yo con la creación de hábitos, yo con la autoridad y la firmeza, etc. Hay que temer al educador de una sola estrategia.

El objetivo fundamental de toda educación: es ayudar a la madurez.


Podemos dividir las estrategias en dos: las estrategias afectivas y las ejecutivas.
Ambas son necesarias y complementarias.


1. Las estrategias afectivas


A. La atención personal

Es algo espontáneo,. Consiste en preocuparnos por ellos, por los hijos, que les aceptamos como son y al mismo tiempo no renunciamos a querer su mejora.
Es una atención concreta en positivo: reconocimiento positivo de lo bueno que hacen, celebrar sus éxitos aunque sean pequeños "mi madre no dio importancia a un premio deportivo que me dieron" (y era el único éxito que él tenía)-recordaba un niño muchos años después.


B. La amistosa persuasión


Se trata de motivar verbalmente los comportamientos y actitudes positivas. Se motiva con sinceridad y verdad, no con razones que ni nosotros mismos nos creemos.No seamos reiterativos hasta hartarles. Eso les resulta especialmente odioso.

Se puede motivar con el miedo: "si haces tal cosas te puede pasar...". Habrá que hacerlo algunas veces, pero siendo conscientes de que solamente con el miedo no se educa. Es preciso formular valores positivos, por qué es bueno es bueno, es decir, ser ordenado, constante, solidario, generoso.



C: La conversación



Conversar es dialogar sin preocuparse de conseguir nada concreto a largo plazo. Es algo personalizado, que se realiza con cierta privacidad y por supuesto, oportunidad.
La conversación tiene un gran problema: el tiempo y la calma. Hoy día es más difícil conquistar la calma que buscar tiempo. No se trata de largos tiempos de conversación,. Se trata de escuchar y trasmitir que se comprende el punto de vista de los hijos, sin apresurarse a aconsejar ni dar recetas. Escuchando activamente, es decir, mirando a la cara, sin hacer otra cosa que escuchar, se satisface la necesidad más profunda de la persona.

Esto fomenta poderosamente la seguridad afectiva que es la base de la autoestima. Sentirse comprendido es empezar a sentirse seguro.

Hay que buscar tiempo para conversar: aprovechar ocasiones de algo que les ha sucedido, de algo que ha aparecido en la televisión, en casa, en los sucesos y temas de la calle. Aprovechar un viaje, en el coche, cuando va solo/a contigo a tu lado; espacios sin prisas en fines de semana, etc.
Intentar conversar muchas veces es frustrante, porque a veces ellos no quieren hablar ni contarnos nada vivencial ni personal. No hay que desesperar. Más bien, esperar. Crear un clima de confianza, preguntándonos por qué no se acercan a contarnos nada. Evitemos respuestas irritantes (interrogatorios, rollos, sermoneadores, tópicos tranquilizantes). Cuidemos ciertas actitudes: serenidad, no alarmarse ante lo que nos dicen (cuidado con nuestros gestos alarmistas, que por sí solos matan la confianza y la apertura); respetar su intimidad, no herir sus zonas sensibles, las imágenes y sentimientos negativos de sí mismos, etc.


2. Estrategias ejecutivas


Son las estrategias en donde interviene más directamente la autoridad de los padres.


A. Establecer normas y límites


. Las normas se establecen cuando se piensan bien. Son buenas aquellas normas que parten del acuerdo del padre y de la madre
Se establecen bien cuando son pocas. Las normas que prohíben cosas tajantemente, , no deben ser numerosas..
Las normas buenas se transmiten en momentos oportunos, con serenidad, con motivaciones serias y bien pensadas, y dando opción a escuchar a niños y adolescentes antes.


B. Premios y castigos

Lo ideal es no sancionar nunca, pero el carácter rebelde, la insolencia, el mal ejemplo a los otros hermanos, las repetidas faltas, etc. aconsejan la sanción.
No andar prediciendo "si no haces tal cosa tendrás tal castigo..." si cumples lo mandado tendrás tal premio


El castigo más saludable es aquel que refleja las consecuencias de los actos. Rehacer lo mal hecho, compensar el tiempo perdido con un tiempo extra de trabajo, ayudar al hermanito a quien hicimos daño antes. Las consecuencias de los actos es una lección que hay que aprender. La vida y la sociedad les pasarán la cuenta despiadadamente por sus omisiones y errores.

C. Provocar experiencias


Hay un principio en pedagogía que dice "sólo se aprende lo que se hace". A los hijos se les puede dar responsabilidades, hacer que tengan pequeños éxitos, Provocar oportunidades de ayudar y de sentirse útil en casa o fuera de ella.
las actividades extraescolares, tanto deportivas como culturales o humanitarias, son una fuente de experiencias de lo que es hacer equipo, ayudar a los demás, lograr sentido de pertenencia, sentirse útil, etc.


3. La interacción de las estrategias


Las dos estrategias AFECTIVAS Y EJECUTIVAS se refuerzan y complementan unas a otras.
La atención personal prepara ocasiones para la conversación y desbloquean actitudes de rebeldía y distancia de los hijos hacia nosotros.
La persuasión amistosa de motivaciones facilita la aceptación de las normas.
Los premios consolidan las actitudes positivas.
los castigos reducen las conductas negativas.
Todas ellas juegan un papel decisivo en la creación de hábitos y actitudes de acuerdo con valores que dan sentido a la vida.
Sin motivaciones verbales o sin conversación, no se pueden establecer bien las normas.
Sin normas ni firmeza, se produce una educación blanda, sufre nuestra autoridad y surge el "niño dictador"
Sin atención personal, es muy difícil entablar diálogos y conversaciones, etc.


4. Ir a por todas


No se puede prescindir de ninguna de las estrategias. En la educación de ese niño faltaría un elemento importante para su crecimiento, Es importante corregirnos a nosotros mismos.Para empezar, por ejemplo, podríamos fijamos en aquellas estrategias que peor realizamos. Intentemos ponerlas en práctica y mejorarlas.


5. La mejora personal

Los tres elementos para crear actitudes son: el modelo, la palabra y la acción.
En la palabra incluimos la motivación, la autoridad, la atención personal, la conversación. En la acción estarían incluidos las experiencias positivas, los premios y los castigos.En el modelo estamos nosotros. ( muchas veces no vemos los valores y normas,lo ven mejor los otros,cuando nuestros hijos actúan fuera de casa)

1 comentario:

  1. La Comunidad Educativa de nuestro colegio quiere felicitar a todos los blogs amigos que nos han acompañado durante el año, tú has sido uno de ellos y te damos las gracias. Tienes tu felicitación navideña en nuestro blog.

    Feliz Navidad

    Noemí y el resto de la Comunidad Educativa

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