viernes, 24 de abril de 2009

Como estimular a nuestros hijos

El desarrollo emocional es tan necesario como el intelectual, por lo que es importante estimular a los niños en ambos aspectos
Desde el punto de vista del desarrollo intelectual, es importante que conozcas cuáles son las diversas etapas por las que va atravesando el niño; así puedes hacer con él actividades que le permiten practicar las habilidades que debe aprender en cada etapa
¿Cómo podemos estimular el desarrollo de la inteligencia emocional en los niños? Los padres pueden favorecer el desarrollo de las habilidades emocionales en los niños; veamos algunas ideas que nos pueden ayudar en este proceso. ·
Ayuda a tus hijos a reconocer sus emociones. Muchos de nosotros tenemos dificultad para diferenciar entre las diversas emociones; creemos que alguien está enojado cuando en realidad puede estar triste o sentirse frustrado. Además, algunas emociones son consideradas como “malas” por lo que no nos gusta reconocerlas en nosotros mismos y las criticamos en nuestros hijos. Un primer paso es empezar a reconocer las emociones propias, diferenciar entre unas y otras y poder hablar de ellas abiertamente.
Utiliza un lenguaje variado para describir los diferentes sentimientos; no te asustes al reconocer tus sentimientos, aún los negativos como el enojo, el coraje o la tristeza. De esta forma el niño aprende a conocer las diversas emociones y, más adelante, podrá aceptarlas en sí mismo y en los demás.
·Es importante enseñar a los niños a tomar decisiones desde pequeños; permite que tus hijos participen en las decisiones familiares, en asuntos en los que ellos pueden opinar (por ejemplo: qué se va a preparar de comer, qué actividades se van a realizar el fin de semana). Hay otras veces en que debemos dar órdenes; a todos nos queda claro que hay cuestiones en las que los niños no pueden opinar (por ejemplo, no le puedo preguntar a un niño pequeño si desea darme la mano para atravesar una avenida...)
·Invita a tu hijo a hablar de sus sentimientos; pregúntale cómo se siente. A veces, cuando un niño “se porta mal”, los padres creen que no le importa lo que hizo y lo castigan antes de preguntar; pero desde una edad bastante temprana los niños saben cuándo se han portado mal. Tú puedes aprovechar estas oportunidades para transformarlas en situaciones de aprendizaje, por ejemplo involucrar al niño en las consecuencias que deben tener sus actos.
·Valida los sentimientos de tus hijos; es decir: cuando un niño dice que está enojado no trates de convencerlo de que no lo está.. La única posibilidad que tenemos de manejar nuestros sentimientos es si empezamos por reconocerlos.
·Ayuda a manejar los sentimientos. Cuando un niño reconoce un sentimiento negativo, le puedes ayudar con preguntas: “¿qué fue lo que pasó?” “¿qué te ayudaría a sentirte mejor?” Enséñale a resolver sus problemas, no acudiendo siempre a la ayuda de otros; llevar a cabo juegos de “¿qué harías si...?” puede ser muy útil para enseñar a los niños a anticipar y resolver los conflictos que se le puedan presentar.
Tal vez lo más importante es enseñar con el ejemplo; la imitación es una de las herramientas más útiles con las que cuenta un niño para su desarrollo. Si empezamos por reconocer y aceptar nuestras propias emociones, estaremos más preparados para poder ayudar a los niños a manejar las suyas.
Y mientras definimos qué es lo más importante, la capacidad intelectual la Inteligencia emocional, podemos estimular a nuestros hijos desde ambos puntos de vista; es decir; estimular su desarrollo intelectual, pero no olvidarnos de la importancia de sus emociones. enseñarles a los niños a como compartir. - Que debes ser un buen ejemplo para ellos y enseñarles a como compartir. - Que debes elogiar y ayudar a los niños mientras aprenden a compartir.
. A la edad de 6 y 7 anos, los niños comienzan a comprender la importancia de compartir con otros niños. etc. Explícales a los niños estas reglas de una forma que lo comprendan. Podrias decir: "Primero tu bajas por el tobogán Juan, y después Sandra." Esto es mas claro que decir: "Todos tienen que hacer turno.

Niños estimulados son aquellos que mantienen viva su curiosidad por todas las cosas del mundo. Su curiosidad se manifiesta de varias maneras:
- de bebés, durmiendo cada vez menos de día, buscando con su mirada movimientos, colores, formas;
descubriendo sonidos, olores.
1. - más adelante metiéndose en la boca todo lo que encuentre a su alrededor, es su manera de conocer el mundo, de incorporarlo.
2. - cuando empieza a andar sólo, investiga todo lo que esté a su alcance, y aquello que no está a su alcance, se lo procura (trepándose, pidiendo a los gritos que se lo acerquen).
3. - Con la adquisición del lenguaje, tiene en sus manos una herramienta que le da infinitas posibilidades para demostrar su insaciable curiosidad: “¿y porqué? …Pero ¿porqué? ¿Cómo? ¿Qué es? ¿Para qué sirve? ¿Quién lo hizo? ¿De dónde salió? “. Sus preguntas apuntan tanto a las cosas triviales ( objetos, aparatos, materiales) que ven por ahí, como a las cuestiones metafísicas (Dios, el origen del universo, la existencia de las cosas: “¿mamá existen las hadas?").

Lo natural en el niño es querer investigar y conocer, explorar y preguntar. Cuando un niño no muestra el deseo de saber, algo lo está inhibiendo.: “puedes subirte a la silla, pero te enseñaré cómo debes bajarte para que no te lastimes”- para ir en busca de sus intereses y obtiene las respuestas convincentes a sus preguntas, el niño mantendrá viva sus ansias de descubrimiento.

Por lo tanto, lo que es antinatural en un niño es no sentirse estimulado. En estos casos habremos de preguntarnos qué puede estar adormeciendo su curiosidad: ¿Será que no le hablamos lo suficiente?, ¿será que no estamos aún preparados para aceptar la inevitable incomodidad que significa un niño curioso: activo, movedizo, preguntón? ¿Será que tememos no saber cómo ponerle los límites? .

Estimular a los niños, entonces, es no descuidar su apetito de conocimiento. El resto, lo hacen ellos.
Un niño jugando solo aprende más que viendo televisión porque va desarrollando su imaginación. en la televisión le dan la respuesta sin tener que pasar por el proceso de pensar e imaginarse cómo es el mundo que le rodea. Debemos ser conscientes que la imaginación no es lo misma en un niño que, con un trapo colgándole en la espalda y un palo en la mano juega a ser pirata, rey o pastor, que en el que ve un dibujo animado o un juego de vídeo con poderes extraordinarios. En el primer caso el niño sabe que es su imaginación; el segundo niño, ¿sabe que ese personaje no existe?
La estimulación a los hijos es conocer cada paso y el objetivo claro de cada uno de ellos. “No depende de la edad del niño, sino de la oportunidad que se le haya dado de recibir estímulos, lo que aumentará no sólo la capacidad de utilizar su inteligencia, sino también sus potenciales físicos y el manejo social”, 5 años: la época determinanteSe consideran los primeros cinco años tal vez los más determinantes en la vida de una persona; tanto a nivel emocional como cognitivo y físico, se desarrollan estas áreas de manera conjunta. “Desde el nacimiento y durante el primer año de vida, el ser humano pasa por un constante reto de superar etapas, y ello continúa hasta el quinto año, para proseguir luego el resto de la vida a un ritmo más pausado”. Es por ello que la estimulación temprana, el cariño y la atención impartidas por los padres tienen tanta importancia durante estos primeros años. algunos procesos psicológicos importantes se desarrollan con especial rapidez, y las perturbaciones sufridas durante estos periodos pueden afectar al desarrollo de tales procesos, de manera decisiva.El desarrollo del niño ocurre en forma secuencial, esto quiere decir que una habilidad ayuda a que surja otra. Es progresivo, se van acumulando funciones primero simples, después complejas. Todas las partes del sistema nervioso actúan en forma coordinada para facilitar el desarrollo, cada área de desarrollo interactúa con las otras para que ocurra una evolución ordenada de las habilidadesEn fin, estimularlos todo el tiempo es la mejor forma de garantizarles un desarrollo pleno. Y esa es tarea de ambos progenitores y de quienes están a cargo de la crianza y/o cuidado de los niños. “Otro de los aspectos que ayuda mucho es hablarles siempre claro, sin hacerlos sentir más pequeños de lo que son.

Ayudar a sus hijos a disfrutar de la lectura es una de las cosas más importantes que Ud. puede hacer como padre de familia, y es algo que justificará ampliamente el tiempo y el esfuerzo que Ud. le dedique. Los niños aprenden a leer en la escuela; sin embargo, con frecuencia asocian la lectura con el trabajo más que con el placer. Como resultado, pierden el deseo de leer. Ese deseo--esa combinación de curiosidad y de interés--es precisamente la clave de saber utilizar la lectura y otros conocimientos relacionados con ella.
La mejor manera de enseñar a sus hijos a amar los libros y la lectura es leerles en voz alta, y mientras más temprano Ud. comience a hacerlo, mejor será. Aun los bebés de pocos meses de edad pueden mirar ilustraciones, escuchar su voz y voltear páginas de cartón. Dé importancia especial al tiempo que dedica para tomar a sus hijos en los brazos y compartir con ellos el placer de leer un cuento, lejos de las distracciones que ocasión la televisión y el teléfono. Ud. probablemente se sorprenderá al darse cuenta que un libro para niños bien escrito a menudo le proporcionará tanto placer a Ud. como a sus hijos.
Cuando sus hijos aprendan a leer, no abandone la costumbre de leerles en voz alta. Aliéntelos para que le lean ellos a Ud. de vez en cuando. Compartiendo con Ud. el placer de leer, sus hijos seguirán aumentando su interés su gusto por la lectura.
El mero hecho de tener libros, revistas y periódicos en su casa contribuirá a que sus hijos los consideren parte de su vida diaria. El ejemplo que Ud. les dé, leyendo con frecuencia y disfrutando del tiempo que dedique a leer, fomentara la actitud de sus hijos hacia la lectura.
Mientras sus hijos estén todavia muy pequeños, es una buena idea empezar a formarles una biblioteca en el hogar, aunque no ocupe más que un par de estantes. hojear la enorme cantidad de libros que hay en la biblioteca hasta encontrar los que les interesan a Ud. y a sus hijos.

·  Actividad. Dale a tu hijo la oportunidad de desarrollar y confiar en sus habilidades físicas. Una forma de hacerlo es llevarlo a caminar y jugar fuera de casa (a un parque) por lo menos una vez al día.
·  Curiosidad natural. Cuando tu hijo te haga preguntas, trata de responderlas. Así aprenderá nuevas cosas cada día.
·  Atención. Involúcrate en su mundo: escucha lo que dice y préstale atención, así sentirá que sus contribuciones valen la pena.
·  Retos. De vez en cuando sugiere una actividad que represente un pequeño reto para el niño. Ésta no debe ser demasiado complicada, de lo contrario, sólo conseguirás que se sienta frustrado.
·  Afecto. Las caricias y los besos son un aspecto importante. De esta forma le demuestras que disfrutas mucho de su compañía
· Cuando juegues con él, sigue su iniciativa y habla acerca de todo lo que le interesa, más que seguir tus ideas.
· Evita hacerle muchas preguntas a la vez
· Míralo cuando te hable, y asegúrate de que te escucha y te presta atención.
· Predisposición para la acción: Actuar ante todo.
· Acercamiento al niño: Estos padres aprenden de sus hijos, ofrecen lo mejor de sí sin ser perfectos ni sabelotodos. Son confiables ante sus hijos porque respetan sus promesas tanto para dar un premio o imponer un límite a alguna acción que no correspondiera.
· Podemos estimular la inteligencia de nuestros hijos cuando les proveemos de experiencias ricas y variadas y le ayudamos a ampliar su vocabulario a través del diálogo que estimula su curiosidad, imaginación y el dominio de la realidad
· Autonomía y espíritu emprendedor: Estimulan a correr riesgos a sus hijos y apoyan los buenos ensayos.
· Muestran a sus hijos a través del ejemplo personal que en la vida importa el modo en que nos relacionamos con las personas, la manera de elegirlas y como con ellas logramos cosas armoniosas para todos.
· Movilización alrededor de un valor clave: Quiere decir por ejemplo: padres que siempre disponen de tiempo para compartir con sus hijos cuando: Por ejemplo acompañarlo a hacer alguna actividad específica o simplemente jugar con ellos en tiempo propio es decir de cada hijo.
· Cuando existe una crisis familiar, o una propia del niño, o cuando no sabemos que le pasa. Tenemos que hacernos el tiempo de hablar con ellos desde nuestra honesta preocupación por el tema, aunque no salga de esa charla ninguna conclusión. El niño no necesita conclusiones en esos momentos, necesita apoyo y preocupación de los padres.
· Flexibilidad y rigor simultáneos: Rigor hacia los valores esenciales de la vida y el cuadro ético de convivencia que se le proponga al niño. Flexibilidad en el modo en que el se relacione con las situaciones aceptando su propia individualidad y su derecho a participar tenga la edad que tenga.

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