domingo, 17 de mayo de 2009

La Construcción de la Defensa en Baloncesto de Formación


La construcción de cualquier defensa parte siempre de intentar alcanzar tres objetivos:

recuperación de la posesión,

evitar que el balón progrese,

y evitar que se consiga canasta.

Para intentar lograr estos objetivos debemos tener presentes los conceptos generales aplicables a la casi totalidad de las defensas:

1º Presionar siempre el balón. No permitir que el botador mire más allá de la cara del defensor. El atacante debe sentir pánico a perder el balón. Y este miedo le llevara a convertirse en esclavo del balón y no hacer un uso ofensivo del mismo(a pesar de tenerlo en las manos). NUNCA debemos de intentar robarlo de las manos del atacante, casi siempre pitan falta, debemos de robarlo en el pase.

2º Obligar al hombre balón a botar preferentemente con su mano débil. Esta falta de destreza incide directamente en su peligrosidad ofensiva.

3º Sacar al hombre balón del centro, no podemos concederle el privilegio de mirar, pasar o penetrar por ahí, Hay que obligarlo e inducirle a botar hacia las líneas laterales. Las líneas también defienden, incluida la de medio campo, con nosotros: ayudan a reducir las líneas de pase a la mitad.

Al llevar el balón a la banda quedan definidos el lado fuerte, 1/2 campo ofensivo donde esta el balón y lado débil- el opuesto al balón. En el primero los defensores son muy agresivos sobre los atacantes, mientras que en el lado débil están en situación de ayuda: separados ampliamente de los atacante y vencidos hacia el balón formando un triángulo en el que cada uno de los ángulos estaría delimitado por el balón, el atacante y el defensor. Preparados para saltar a la ayuda defensiva en el caso de que esta sea necesaria y cambiar si el defensor en superado por el hombre balón.

5º Impedir que el balón se invierta de lado una vez que esta en la banda.

6º Defensa sobremarcada de las primeras líneas de pase.
Crear angustia al pasador reduciendo al mínimo las posibilidades de un pase correcto: que la intensidad, la trayectoria, la altura, y la recepción no sea la habitual. Debemos de obligar al ataque a realizar siempre un pase más, y a cada pase que se produzca debe existir un movimiento defensivo de la totalidad del equipo readaptando sus posiciones en el campo. Somos un equipo y como tal respiramos, bebemos, corremos, descansamos, ganamos y perdemos todos juntos como un solo ser.

Existen luego otra serie de conceptos sobre los que no existe ni tan siquiera una unanimidad parcial y que en función de nuestras preferencias o posibilidades las utilizamos de una u otra forma.

Sobre el concepto de la ayuda defensiva ante la penetración algunos manifiestan que esta debe de llegar desde el alero, otros que desde el poste... pero todos incidimos en que la ayuda es necesaria siempre que nos superen, aunque la ayuda solo se da si realmente se necesita. El defensor debe saber que él es el primer bastión de nuestra defensa y en el caso de que sea superado, después de haber trabajado arduamente, tendrá una ayuda. Y debe de saber que, después de recibir una ayuda no debe pararse, si no que, por el contrario, debe seguir trabajando para recuperar a su hombre, o en el caso de que exista un cambio defensivo buscar a su nuevo emparejamiento.

La defensa de los postes bajos es uno de los temas que más discusiones suscita entre los entrenadores de baloncesto. En principio todos sostenemos que una buena defensa de los hombres interiores pasa por un doble objetivo: que el pivot atacante no reciba el balón y el mantener ganada la posición por si el balón entra. Por la tanto la defensa del poste comienza en el exterior mediante la presión sobre el hombre balón. Posteriormente empiezan las grandes diferencias de criterio:

Para unos el poste debe de ser defendido en "tres cuartos por arriba" siempre que el balón este por encima de un ángulo de 45º grados con respecto al aro. Otros sostienen que esta defensa debe de realizarse totalmente "por delante" dando la espalda al defensor y tactándolo para conocer su situación en el campo e intuir y controlar sus futuros movimientos. Pero Otros muchos aseveran que la defensa por delante obliga al lado débil a estar demasiado pendiente del poste, que explícitamente te renuncian al rebote defensivo y que para evitarlo la defensa al poste sin balón debe hacerse "por detrás". Pero esta otra forma de defender posibilita una recepción demasiado fácil y permite el lucimiento del repertorio de movimientos de espalda del atacante. Pero a su vez los entrenadores que defienden al poste por detrás sostienen que es imposible que jueguen bien de espaldas porque ellos hacen siempre 2*1 al poste bajo cuando recibe el balón.

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